Por: Jossie Pérez.
Hoy, el mercado
oferente se encuentra enmarcado por cuatro grandes cuestiones. La
“novedad” (todos los días se lanzan al mercado nuevos y mejores
productos); la “diversidad” (hay gran cantidad de productos que
satisfacen una misma necesidad); la “transitoriedad” (el ciclo de vida
de los productos es cada vez más corta) y la gran competencia (cada vez
hay más competencia a nivel local y global).
En este marco el servicio cumple un rol relevante a la hora de la elección del consumidor, por ende, se ha convertido en un factor estratégico en el mix de marketing que la empresa presenta. En razón de ello le acerco 12 ideas que podrán agiornar su perfil competitivo:
1). Seleccione adecuadamente a su personal. No basta con tener estudios o experiencias que garantizan el conocimiento profesional o la técnica requerida. La actitud de servicio y el amor hacia el cliente no es algo que se manifiesta fácilmente en un currículum, como así tampoco en la PyME suele considerarse en demasía a la hora de la contratación. Tenga presente que el estudio universitario no garantiza el buen trato y disposición hacia el cliente.
2).
Capacite a su personal. Salvo que Ud. se encuentre al mando de una
actividad unipersonal, el servio será llevado a cabo por su personal. En
definitiva, él será la pieza clave que hará que su cliente se encuentre
“extasiado” con la atención o “defraudado” por la misma. Esto lo lleva a
que, indefectiblemente, a fin de mantener un estándar de alta
eficiencia y satisfacción del cliente, deberá aplicar tiempo y recursos
en un programa de capacitación –permanente- dirigido a todo su personal.
Me permito aclararle que cuando me refiero a “todo” significa que el
servicio no se construye a partir del empleado que esta en contacto con
el cliente, sino de todos y de cada uno de ellos, que desde su lugar
–independientemente de cual sea su rol- aportará para que el mismo se de
excelencia.
3).
Pregunte. Como dicen “preguntando se llega a Roma”. La mejor forma de
saber si el servicio es el esperado por el cliente es preguntándole. No
se encierre en la soberbia sabiduría que le da su experiencia en el
negocio ni en sus conocimientos; el juez y señor es el cliente y es a él
al que hay que consultarlo si esta o no satisfecho; si desea algo por
encima de lo que se le brinda; si el servicio se ajusta a sus
expectativas; etc.. “El que no sabe es como el que no ve”…es decir, se
encuentra ciego ante lo evidente.
4). Segmente. Si Ud. no elige el nicho de mercado adecuado puede ser que le este brindando un buen servicio a aquel que no desea recibirlo o puede no apreciarlo acabadamente. A cada uno lo suyo, de no ser así quizás estará gastando preciosos recursos que no le generarán la respuesta buscada.
5).
Satisfacción a todos. Vinculado con lo anterior, tenga presente que, el
verdadero valor de una empresa no es la sumatoria de su patrimonio sino
la cartera de clientes que posea, por ende, Ud. debe asegurarse que
cada interacción debe reportarle alta satisfacción al consumidor. Evalúe
los requerimientos de cada cliente y conforme una estrategia para que
cada uno de ellos obtenga lo que busca, este le recompensará con su
compra y lo más importante, será un promotor gratuito de su empresa y
producto.
6).
Salude. Aunque pueda parecer tonto, muchas veces uno se encuentra con
un vendedor o auxiliar y este no tiene esa deferencia. A todos nos gusta
que nos traten bien y el saludo es parte de ello. Salude a todos y a
cada uno, cada vez que entra un cliente a su empresa y cada vez que este
se retira, en ambas situaciones el saludo debe ser el inicio y el
cierre de toda conversación.
7).
Sonría. Una simple y sincera sonrisa es el mejor disparador para lograr
una buena comunicación. Esta, no sólo refleja las emociones positivas
dentro de la persona, sino que tiene la función de comunicar ese estado
de ánimo y, de esa forma, regular la interacción que tienes con los
otros. El sonreír es una reacción instintiva muy antigua y profunda
dentro de la evolución del hombre que se encuentra inmersa en un
complejo sistema de comunicación motivacional. Es por eso que en el
cerebro existen reacciones muy poderosas, no voluntarias (automáticas)
que se generan a partir que detectamos esas expresiones en otro. De
igual forma, cuando el otro recibe una sonrisa de nuestra parte, el
cerebro tiende a generar en él un estado de ánimo y mental positivo. En
otras palabras, cuando se le sonríe a alguien, inevitablemente se le
esta modificando su dinámica mental favoreciendo dichos estados de ánimo
lo que hace que sus respuestas sean más positivas.
8).
No prejuzgue. Hoy las modas y estilo no respetan los modelos de antaño.
Tenga cuidado que esa persona que esta vestida de manera poco prolija o
con jeans rotos, sandalias y una camisa por fuera de su pantalón puede
ser el gran cliente que estaba esperando. Los prejuicios son naturales
en la persona y muchos de ellos surgen en relación a la proyección que
se hace de uno mismo. Así, todo lo que sea disonante a esa imagen o
estructura mental es considerado despectivamente. Tenga cuidado hoy todo
ha cambiado.
9).
La imagen cuenta. La imagen de su local u oficina, como la que de usted
y su personal se desprenda, harán que su cliente se sienta a gusto o
no. Todos sabemos que “la primera impresión es lo que cuenta” pero en la
PyME muchas veces no prima esa afirmación. La imagen es la
manifestación de lo que se es, lo que se hace y como se hace, por ende,
es un recurso que debe emplear a fin de obtener resultados que busca.
Una empresa con buena imagen es aquella en donde todos desean trabajar,
los proveedores quieren vender y los clientes quieren comprar.
10).
Respete el espacio y el tiempo del cliente. Todos tenemos un espacio
íntimo (territorio que se define según pautas personales y de contexto) y
un tiempo en el que procesamos y decidimos nuestro accionar. Si Ud.,
con el afán de vender o bien, ser simplemente solícito, invade ese
territorio y/o no brinda el tiempo requerido, en el mejor de los casos,
obtendrá una venta y ahuyentará por siempre al cliente. Invadir el
territorio del cliente o el presionarlo generarán en éste irritación,
molestia y enojo, justamente lo que Ud. no desea.
11).
Garantice lo que ofrece. La palabra garantía tiene un significado muy
particular en el oído del cliente actual. La gente se siente muchas
veces engañada e indefensa (ante la relación de poder con la empresa)
ante los problemas que pueden surgir en sus compras. El garantizar su
producto o servicio reduce en gran medida este sentimiento y facilitan
la fidelización para con la empresa.
12).
Priorice la transparencia. En un mundo donde la honestidad y la verdad
están en jaque constante, el tener una política de transparencia le
otorgará un valor agregado inigualable por la mayoría. Reconozca sus
fallas y errores y el cliente le otorgará una mayor confianza; es sabido
queda claro que, todos nos equivocamos, no obstante, solo unos pocos
son tan honestos y respetuosos como para reconocerlo y justamente eso es
lo que cuenta.
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