60 puntos en los que podemos cuidar el
medio ambiente desde nuestras costumbres de consumo diarias, cuando nos alimentamos, hacemos las compras,
limpiamos la casa o nos aseamos.
- A la hora de escoger entre productos semejantes, elige aquel que tenga menos envase y embalaje. Evita el consumo de los productos excesivamente empaquetados. Ten en cuenta que esos envases también los pagas, y en ocasiones el precio del envoltorio supera al del producto.
- Por regla general los envoltorios de cartón o papel y los envases de vidrio son los menos dañinos. No lo olvides al tener que optar entre productos.
- Cuando vayas a la compra no olvides llevar tu carro de la compra o la bolsa de lona o malla. En última instancia, reutiliza las bolsas que ya te han dado. Rechaza las bolsas que no necesitas, aunque insistan en regalártelas.
- Insiste al dependiente en que no te envuelvan los objetos que has comprado, salvo que sea imprescindible.
- Los productos en tamaño familiar, sean de lo que sea, generan menos residuo por unidad de producto. Tenlo en cuenta.
- Antes de comprar algo, atiende bien al etiquetado, donde se advierte de algunos riesgos y precauciones a tomar ¡pero no de todos los peligros!.
- Es necesario, especialmente en relación con el papel y el cartón, que pongamos en práctica la regla de las tres erres: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Evitemos el consumo innecesario de papel y cartón, reutilicemos para otros usos los papeles y cartones que tengamos y sólo cuando ya no nos sirva para absolutamente nada, será cuando debamos llevarlos a un contenedor para reciclar.
- Rechaza la publicidad que te ofrecen por la calle o invade tu buzón.
- Los papeles de imposible o difícil reciclaje (plastificados, encerados, de fax, etc.) sólo deberíamos emplearlos cuando no exista otra posibilidad menos impactante.
- El dicho "lo barato sale caro" sirve en muchas ocasiones. Desde zapatos hasta aparatos para el hogar elige aquellos que vayan a tener más larga duración y que puedan ser reparados en caso de avería o rotura... ¡y llévalos a arreglar cuando sea necesario!
- Los medicamentos caducados o que ya no vayas a necesitar, entrégalos en la farmacia.
Cómo reducir los residuos en la alimentación.
- Siempre que puedas compra los alimentos producidos lo más cerca posible a tu localidad. Ahorrarás embalajes y transporte.
- Cuando te sea posible, compra a granel. Así evitas embalajes innecesarios y decides la cantidad del producto que mejor se adecua a tus necesidades.
- Rechaza de plano los alimentos presentados en bandejas de corcho blanco.
- En muchos sitios el agua del grifo es de buena calidad, no consumas sin necesidad agua embotellada.
- En las bebidas y líquidos opta por envases grandes y, cuando sea posible de vidrio; si es retornable, mejor.
- Evita en lo posible los "brics" y envases de plástico.
- No compres nada que venga embotellado en PVC.
- No consumas "botellas plásticas"; de bebidas, compra botellas de vidrio reutilizables.
- Rechaza los alimentos que vienen en "bolsitas individuales" dentro de un paquete más grande.
- Declara la guerra a los "alimentos de diseño": no son nutricionalmente buenos y por lo general vienen sobrempaquetados.
- Compra alimentos frescos, además de evitar envoltorios y envases, tu salud, tu paladar y tu bolsillo lo agradecerán.
- En ocasiones los envases (plásticos, tetrabrics...) indican que son "reciclables", eso tan sólo significa que podrían ser reciclados, no que lo vayan a ser.
- No utilices sin ton ni son el papel de aluminio y "plástico de envolver". Cuando puedas reutilízalos.
- Evita en lo posible la comida "lista para calentar en el microondas".
Cómo reducir los residuos en la limpieza.
- Emplea detergentes sin fosfatos ni tensoactivos.
- Los detergentes "recargables" disminuyen impactos por el embalaje.
- La limpieza y la "blancura" no mejoran por usar más detergente del mínimo necesario.
- Para la limpieza de muchas superficies y tejidos los jabones naturales o neutros dan óptimos resultados.
- Los suavizantes son muy impactantes, reducen la vida de la ropa y pueden afectar a la piel. No los uses o empléalos sólo de vez en cuando.
- El vinagre sirve como detergente, fregasuelos, fijador del color de las prendas de lana y desengrasante.
- El bicarbonato sódico y el bórax son detergentes universales y sirven para blanquear la colada.
- Evita comprar ambientadores. Lo mejor es ventilar las habitaciones y, si acaso, colocar plantas aromáticas, "popurris" o vaporizadores de aceites esenciales.
Cómo reducir residuos en el aseo y cosméticos.
- Rechaza los sobrempaquetados. El embalaje suele representar más de la mitad del precio y son una gran fuente de residuos de toda clase.
- Elige las presentaciones en barra (desodorante, crema de afeitar...) y los pulverizadores manuales.
- Las compresas y tampones nunca deben terminar en el inodoro, ¡ni mucho menos tirados en el campo o la playa!.
- Para el pelo utiliza champús suaves basados en hierbas o jabones neutros.
- No uses anticaspas a partir de sulfuro de selenio.
- Para el cuidado de la piel emplea jabones naturales o neutros, por lo general son más sanos. Pero no compres jabón liquido, sino en pastilla.
- Para la limpieza de los dientes usa gel basado en plantas medicinales o, aun mejor, perborato dental.
Cómo reducir residuos en la pintura.
- Infórmate y calcula bien la cantidad que necesitas, evitarás derrochar y generar residuos innecesarios. Los frascos y botes de pinturas, barnices y otros productos de bricolaje son de difícil y problemática conservación una vez abiertos.
- Las pinturas al agua son mucho menos tóxicas y contaminantes. Actualmente están disponibles para casi todo tipo de aplicaciones.
- Los aerosoles desperdician mucho producto.
- Siempre que puedas aplica los productos con brocha, pincel o similares.
- Si te es imprescindible usa pistolas mecánicas o pulverizadores, pero nunca aerosoles.
- Los residuos de estos productos, incluidos los de la limpieza de brochas y pinceles, los del lijado de superficies tratadas, etc, llévalos a "puntos limpios".
Cómo reducir los residuos en las pilas.
- Si puedes evitarlo no uses aparatos a pilas. Los relojes mejor que sean automáticos y las calculadoras solares.
- Los aparatos mixtos (pilas y red) enchúfalos siempre que puedas. Ten en cuenta que la energía de las pilas cuesta hasta 450 veces más que la que suministra la red.
- Utiliza pilas recargables. Cuestan más pero a medio plazo son mucho más rentables.
- Evita las pilas-botón y, si tienes que comprarlas, elige las de litio, las de zinc-aire o las de óxido de plata, que no tienen o tienen muy poco mercurio.
- Para deshacerte de las pilas, deposítalas siempre en contenedores y en puntos de recogida.
Cómo reducir residuos de herbicidas e insecticidas.
- Tampoco para estos cometidos emplees nunca aerosoles, en todo caso pulverizadores.
- Para las plagas de tus plantas de hogar hay muchos remedios caseros específicos tanto más eficaces que los insecticidas genéricos. Recurre a la sabiduría popular.
- Medio limón al que se han insertado clavos de olor o unos tiestos de albahaca en las ventanas son eficaces ahuyenta-insectos.
- Los repelentes de insectos para untarse el cuerpo pueden provocar problemas cutáneos y otros daños a la salud. Es mejor darse friegas de vinagre rebajado o, si prefieres, de aceite esencial de limón y lavanda mezclado con aceite de cocina.
Cómo reducir los residuos en la ropa.
- Recuerda que los tejidos naturales (lana, algodón, lino...) son mucho más fáciles de reciclar y menos contaminantes, tanto en su producción como en su conversión en residuo, que los sintéticos.
- Compra ropa de segunda mano.
- No tires ropa o calzado en buen estado simplemente porque "ya no está de moda".
- La ropa que ya no te vale puede venirle bien a otra gente. Regálala o entrégala a entidades benéficas.
- Reutiliza tu ropa inservible para otros usos, como trapos de cocina u otras mil cosas que se pueden hacer con los retales.
Tomado de: Ecoportal.NET
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