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24 oct 2012

Reparaciones de Muebles Rápidas!

Por Redacción Selecciones.

Para darle una nueva vida a tus muebles favoritos sigue la regla de oro de los muebles antiguos
Has lo menos posible para cambiar la construcción y el acabado originales de tus antigüedades. Al quitarle algún acabado y colocarle uno nuevo puedes reducir drásticamente el valor de ese mueble viejo. Si una silla está algo floja o rechina, o la laca de la superficie de la mesa está cuarteada, entonces está bien.
Protege tus antigüedades ‘barrocas’ sin tanto problema
Contrario a lo que aseguran los productores de esas ceras en espray con aroma a limón, no necesitas de químicos raros para limpiar y proteger tus armarios, escritorios, mesas y sillas de madera, aún si son tus posesiones más preciadas.
De hecho, esos productos pueden ocasionarles más daño.
“Algunos espráis tienen aditivos que no salen fácilmente”, asegura Nancy Rosebrock, Directora de Conservación del Biltmore Estate, en Asheville, Carolina del Norte. “Se produce una reticulación química con el tiempo y se vuelven insolubles. Algunos nunca secan por completo y atraen al polvo, oscureciendo el acabado”. Y eso, asegura, disminuye su valor.
Sigue este régimen de cuidado y limpieza preventivos para tus muebles de madera:
  1. Protege a la madera de la humedad. Utiliza posavasos y manteles, limpia los derrames y evita limpiar con agua.
  2. Limpia con regularidad utilizando un trapo suave y seco.
  3. Encera una vez al año con cera para muebles, pero sólo si el acabado de la madera está intacto. La cera en pasta, que protege el acabado sin penetrar la madera no permite que el polvo se quede en la superficie, de la manera en que la cera para autos hace que el agua resbale. Escoge una cera que sea del color de la madera (por ejemplo, una cera clara para el maple y una más oscura para el nogal). Si el acabado de la madera está partido o desgastado, no utilices la pasta.
Cubre los rayones de los muebles de madera:
Los carpinteros que se dedican a restaurar muebles prefieren hacerse cargo de los tuyos, pero puedes ahorrar miles de pesos ocultando los rayones utilizando alguno de varios métodos que no son nada caros. Ve a una ferretería y compra un lápiz de masilla o una cera para los rayones. Asegúrate de que sea del mismo color del acabado de la madera de tus muebles. Aplícalo como se indica y ¡listo!, el rayón, y no tu dinero, se ha ido.

Aplica vapor a las marcas:
Una marca en una superficie de madera frecuentemente puede ser reparada ensanchando, hasta que regresen a su tamaño normal, las fibras de la madera comprimida con sólo aplicar humedad y calor. Pincha varias veces el acabado de barniz del área dañada con un alfiler delgado para que la humedad pueda penetrar en la madera. Luego cubre el área con una compresa de tela mojada, coloca un taparrosca de metal encima de la compresa para esparcir el calor y aplica una plancha en un nivel alto durante unos minutos. Ten cuidado de no quemar el acabado. Después de eso, cuando la madera esté completamente seca, llena los agujeros del alfiler con una capa delgada de barniz fresco.

Aprieta ese asiento hundido de las sillas:
Como cualquier artesano experimentado, los restauradores de muebles tienen sus trucos. Aquí hay uno que te ahorrará dinero la próxima vez que el asiento de tu silla de mimbre se estire y se encorve. Primero, asegúrate que la silla esté elaborada con material natural como ratán o corteza (y no de junco). Si es así, entonces coloca la silla de cabeza y moja el fondo durante uno o dos minutos, limpiándolo con una esponja limpia llena de agua templada. Una vez que el fondo esté totalmente mojado (la parte de arriba debe estar seca), entonces voltea la silla. Cuando el asiento cosido seque, estará más apretado.



Repara los asientos deshilachados:
Si tienes una silla con asiento de junco cosido (mimbre hecho con papel torcido), probablemente ya sepas que el papel tiende a rasgarse por el frente, donde las piernas lo rozan constantemente. Aquí hay una reparación cosmética rápida: coloca un poco de pegamento para artesanías debajo de las hebras sueltas y ponle algo de cinta adhesiva para mantenerlo en esa posición. Cuando seque el pegamento, quita la cinta adhesiva y nadie notará que las hebras estaban rotas.


Revive tu mimbre:
Los muebles de mimbre pueden ser difíciles de limpiar. Pero esa no es razón para pagarle a un profesional. Stephen Berne, un restaurador de sillas antiguas de Vancouver que se especializa en las sillas de caña, de cuerda y de mimbre, ofrece estos consejos:
  1. Utiliza una aspiradora con una extensión de cepillo para limpiar el polvo, mugre e hilachas dentro del junco hilado.
  2. Limpia el mimbre con un trapo limpio humedecido con solvente para pintura (primero prueba un poco en un lugar discreto para asegurarte de no dañar el acabado). Para manchas más difíciles, frota ligeramente con una fibra verde para trastes humedecida con solvente.
  3. Para sacarle brillo al mimbre, aplica cera para muebles con un trapo limpio.

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